Jonathan Sun es arquitecto, ingeniero, comediante y dramaturgo. Mientras trabaja en su doctorado en el Departamento de Estudios Urbanos y Planificación del MIT, Instituto Tecnológico de Massachusetts, mantiene una cuenta en Twitter a la que siguen más de doscientas sesenta mil personas. Ahí escribe como si fuera un extraterrestre que se asume confundido por el idioma de los humanos en una mezcla de temas de actualidad con furcios de tipeo y ortografía y reflexiones sobre la vida cotidiana.
Hace unas semanas, Jonathan creó otra cuenta que ofrece consejos para hacer breves interrupciones en la rutina, sugerencias para preservar la salud mental en medio del flujo constante de información y todo tipo de estímulos que son las redes sociales. Se llama Tiny care bot y él la define así: “Es un pequeño y dulce bot que te da recordatorios de cuidado personal a cada hora acompañados por emojis. Nunca es negativo, a veces es repetitivo pero siempre es útil”.
Sun cuenta cómo empezó el proyecto: “Es producto de las elecciones en Estados Unidos. No podía despegarme de Twitter. Leía obsesivamente, necesitaba más y más noticias, aunque fueran malas, ¡sólo necesitaba saber!”. Y claro, en algún momento también necesitó descansar.
Al principio la cuenta era privada, Sun quería recordarse a sí mismo que debía hacer una pausa, funcionaba como una alarma para iniciar un momento de descanso. Desde noviembre es abierta y ya suma 45 mil seguidores que reciben cada hora un tweet que les dice cosas como: “Tomate el tiempo de pedir ayuda si la necesitás”, “por favor, mandale un mensaje a un amigo”, “salí a caminar un rato si podés”, “tomá un sorbo de agua” o “acordate de mirar un rato fuera de Twitter”. También envía recordatorios a todo usuario que lo mencione.
Estos pequeños espacios que salen de la vorágine habitual no son extraños en Twitter. El mismo Sun tiene otra cuenta en la que dos veces por hora publica un pedacito de ciudad armado con emojis, se llama Tiny city block.
Otra manera de hacer una pausa en el contenido habitual que vemos pasar frente a nuestros ojos en la red social de los ciento cuarenta caracteres es una ventana a las estrellas y se llama Tiny star field. La propuesta es tan simple como su nombre, un pedazo de cielo recreado en un tweet cada tres horas. La cuenta está online desde 2014 y ya publicó más de siete mil doscientos diseños parecidos a este:
Pics from website compila los peores GIFs de Wikipedia. La cuenta no tiene un ritmo de publicación regular y tampoco está asociada con la enciclopedia online, sólo buscan los gráficos de más dudosos gusto y calidad y los comparten con sus seguidores.
Si salimos del campo del dibujo, Por cada palabra avanza en el plan de publicar todas las palabras del diccionario español. Empezaron en 2014 y en la biografía prometen que la tarea estará terminada durante 2019. Se inspiraron en Everyword que hizo la misma tarea en inglés entre los años 2007 y 2014 y terminó en un ebook con todos esos tweets.
Es un proyecto de varias cuentas, a cada palabra le sigue una imagen, un diagrama y un sonido.
Para cerrar esta lista de aportes con un toque diferente al intenso ritmo habitual de las redes sociales, sumamos un clásico: la cuenta (no oficial, claro) del Big Ben. Tiene cuatrocientos ochenta y cinco mil seguidores que ven en su timeline el anuncio con BONGS de la llegada de cada nueva hora.