La inteligencia artificial abre nuevas capas en los procesos creativos. Más conexiones, más combinaciones y más rutas para construir sentido.
En una reunión de equipo, Isabel —una de nuestras consultoras— escribió una pregunta frente a la pantalla:
«¿Qué palabras evocan fluidez, humanidad y tecnología, sin perder la cercanía?»
Estábamos buscando el nombre para una marca que todavía no existía.
La IA devolvió una lista. Algunas opciones eran genéricas. Otras, forzadas. Pero entre todas, apareció una palabra que no estaba en el mapa de ideas iniciales. No era perfecta, pero resonaba.
Y ahí ocurrió algo clave: el equipo supo reconocer que esa palabra tenía algo. No porque la IA lo resolviera, sino porque supimos leer entre líneas, frenar y tomar una decisión.
Ese tipo de momento —cada vez más común en procesos de creación— no es magia.
Es la integración real de la IA en la creatividad humana: como chispa, no como reemplazo.
IA como aliada: más ideas, mejor conversación
En procesos de branding, naming, storytelling y campañas específicas, la IA actúa como una extensión de nuestra intuición, ayudándonos a:
- Romper bloqueos o loops: cuando una idea se empantana, permite abrir nuevas rutas alternativas.
- Iterar con ritmo: acelera la exploración de hipótesis y variantes que de otra forma tomarían días.
- Poner en palabras (o imágenes) intuiciones latentes: a veces sentimos una dirección creativa, pero cuesta materializarla. La IA puede ser ese primer trazo para avanzar.
Sin embargo, su verdadero valor no es simplemente la velocidad o la cantidad: es su capacidad para sembrar nuevas preguntas para hacer visibles patrones invisibles y forzarnos a pensar diferente.
Cuando usamos la IA de esta manera —como un interlocutor y no como un sustituto— el proceso creativo se enriquece, se vuelve más expansivo y estratégico. No elimina la intuición humana; al contrario, la pone a prueba, la desafía y la potencia.
Creatividad potenciada: derribando prejuicios
La IA no acorta caminos; ensancha territorios.
Existe un prejuicio instalado: creer que si una idea surge en diálogo con la tecnología, pierde autenticidad o valor estratégico. Que la automatización necesariamente empobrece la sensibilidad creativa, pero la experiencia real demuestra lo contrario: cuando el criterio humano marca el rumbo, la IA no reduce el poder creativo, lo amplifica.
Usar IA en procesos de branding, naming o storytelling no es reemplazar intuición por datos: es entrenar la intuición. Es trabajar con una fuente inagotable de nuevas combinaciones, patrones inesperados y provocaciones creativas y, sobre todo, sumar un cómplice que no anula la sensibilidad estratégica, sino que la desafía, la tensa y la obliga a evolucionar.
Porque cuando una visión creativa es sólida, la IA no la sustituye: la pone a prueba, la empuja y la eleva, convirtiéndose en el terreno donde nuevos destinos pueden imaginarse.
Lo que pasa cuando la IA se integra con la creatividad humana: 5 casos reales
Nutella Unica: 7 millones de diseños únicos con IA
En 2017, Nutella lanzó en Italia su serie “Nutella Unica”, en la que cada frasco tenía un diseño irrepetible, generado mediante un algoritmo de diseño generativo. La IA combinó patrones, formas y colores para crear 7 millones de etiquetas únicas, transformando el packaging en una expresión individualizada y emocional para cada consumidor.
El algoritmo amplificó la creatividad, pero no la dirigió: la dirección de arte, los criterios estéticos y el concepto de «una Nutella única como vos» fueron definidos por el equipo humano.
La tecnología fue el medio para hacer escalable una idea creativa que sin IA hubiera sido imposible, manteniendo intacta la sensibilidad de marca.
Coca-Cola Y3000: imaginar el futuro con IA
En 2023, Coca-Cola lanzó una edición limitada “co-creada con IA” para imaginar el sabor del año 3000. A partir de inputs de fans en todo el mundo, la IA ayudó a traducir esas visiones en una propuesta concreta: un sabor nuevo, un diseño visual futurista y una narrativa que conectaba con su plataforma “Real Magic”.
El diseño del envase, con colores líquidos y metálicos generados con IA, buscó transmitir una visión optimista de lo que viene. Pero la clave fue otra: la dirección estratégica seguía en manos del equipo humano. La tecnología amplificó la imaginación, pero sin reemplazar el criterio de marca.
Virgin Voyages – Jen AI: personalización con tono de marca
Virgin Voyages integró IA generativa en su campaña “Jen AI”, con una versión virtual de Jennifer Lopez que permitió generar videos personalizados para invitar a un crucero con un tono festivo, íntimo y divertido, en línea con el ADN de la marca.
Más de 25.000 invitaciones fueron creadas por usuarios, y el engagement se tradujo en tráfico, conversiones y conversación. La IA sirvió para escalar el storytelling, pero no lo escribió sola. La personalidad ya estaba definida: la tecnología solo la proyectó más lejos.
Stradivarius: moda sin límites físicos
En su campaña Primavera/Verano 2025, Stradivarius combinó prendas reales con paisajes imposibles, modelos generadas con IA y una paleta explosiva de mundos oníricos. Todo visualmente irreal… pero estéticamente consistente con su identidad.
La IA fue una forma de visualizar sin restricciones lo que la colección quería expresar: juventud, fantasía, posibilidades. La innovación no fue solo técnica: fue conceptual. La marca usó la IA no para simular, sino para exagerar lo que ya era verdadero en su esencia.
GenEdge: una marca emergente construida con IA
GenEdge, una startup de consultoría en IA, fue creada casi por completo con herramientas generativas. Su fundadora usó ChatGPT y Google Bard para el naming, Brandmark para el logo y Hostinger Builder para el sitio web.
Pero no fue un proceso automático. Fue iterativo. La IA disparó cientos de opciones, pero ella eligió cada parte del sistema de marca con criterio. El resultado fue una identidad profesional, ágil y auténtica, construida con visión, aunque sin un equipo de branding detrás.
MOTLab IA + Assist365
Nuestra experiencia concreta nos confirma que la clave es cómo y para qué integrar la IA en procesos creativos. Por eso creamos MOTLab IA, un espacio de innovación donde exploramos cómo amplificar el pensamiento estratégico en casos reales.
En estos encuentros en equipo, nació un proceso de brainstorming aumentado, que ya estamos aplicando con clientes en campañas concretas de manera periódica.
Para Assist365, por ejemplo, desarrollamos un brainstorming de campaña:
- Primero, en equipo, diseñamos un brief, claro y estratégico: con expectativas, visión de marca, tono y territorio emocional.
- Luego, desarrollamos prompts específicos que nos permitieron ampliar el mapa de ideas con la ayuda de la IA.
- El equipo humano no recibió “respuestas”. Recibió provocaciones y a partir de esas provocaciones, trabajamos interpretando, eligiendo y resignificando.
La IA abrió caminos, los humanos elegimos cuáles recorrer.
El resultado fue una campaña innovadora y resonante, nacida de un proceso que combina intuición humana + potencia tecnológica. Lo que llamamos un equipo biónico, con más capacidad y posibilidades.
Crear no es lo mismo que construir
La IA puede generar variantes y puede acelerar procesos, pero no puede leer la cultura de una organización. No puede detectar el matiz de un cliente en una entrevista, ni decidir qué historia vale la pena sostener en el tiempo.
Esa sigue siendo una responsabilidad humana. Y más que nunca, es lo que marca la diferencia.
¿Qué dicen los líderes de marca?
Marcos Chiabo, CEO de Assist365
«La IA nos permite ser más ágiles y entender mejor el contexto, pero el corazón de una marca sigue siendo su propósito. Empezar por el “por qué” —saber quién sos y qué querés aportar al mundo— es lo que le da sentido a todo lo demás. Puede amplificar, pero no corregir un rumbo mal definido. Si la estrategia y la personalidad de marca están claras, la IA se convierte en un gran aliado para acelerar y expandir, no para desviar.
Hoy, la construcción de una marca real sigue siendo un trabajo profundamente humano, de tiempo, de coherencia y de propósito.»
Celeste Catania, CMO de Nave
«La IA se volvió una herramienta fundamental para acompañar procesos de construcción y gestión de marca, aportando agilidad, mirada analítica y resignificación de insights. Pero sigue siendo una herramienta complementaria: la sensibilidad humana sigue siendo indispensable para construir marcas auténticas y duraderas.
Sin cimientos claros —propósito, identidad, norte estratégico— la IA sola no puede sostener una marca en el largo plazo. La Inteligencia Artificial puede ser una gran aliada en la inspiración, en el benchmarking o en la exploración táctica, pero la dirección estratégica, el brief inicial y la sensibilidad para construir un ADN de marca siguen siendo responsabilidad humana.
En branding, la inteligencia artificial aporta materia prima; el toque final, el que conecta emocionalmente, lo sigue dando el equipo humano.»
Mariano Rey, CMO y Co-Founder de Patagon AI
“La inteligencia artificial tiene un rol estratégico clave en los procesos de construcción y gestión de marca: ayuda a entender mejor al cliente ideal, a definir rasgos identitarios, a pensar el tono, la voz y el posicionamiento de forma más clara y ordenada.
Pero sin una base sólida —alineamiento interno, propósito compartido y claridad sobre qué hace y cómo se expresa la marca—, el uso de IA puede volverse confuso y fragmentado.
Hay territorios que siguen siendo humanos: El gusto, el tacto, la sensibilidad para crear algo único, con personalidad… eso no se puede delegar. Es algo que desarrollamos a través de experiencias sensoriales, culturales y emocionales. Eso, por ahora, sigue siendo nuestro”.
¿Y si la pregunta ya no es si usar IA… sino cómo hacerlo?
En MOT sabemos que la tecnología puede ser una gran aliada cuando se usa con criterio. Si te interesa repensar tu marca, conversemos.